Septiembre es un mes de nuevos propósitos y si te has planteado mejorar tu salud, una de las primeras acciones a emprender es la organización. En el post de hoy te queremos ayudar a organizar tus comidas y cenas para que, de un modo sencillo, puedas llevar una alimentación más sana y equilibrada. Toma nota de estos 5 consejos:
- Visualiza tu semana
Para organizarte adecuadamente es primordial tener claro qué nos viene por delante, anticiparse para poder adaptarse. Procura tener claro cómo es tu semana habitual, tus horarios, los del resto de la familia, los días que llegas antes a casa o los que son más complicados, los que haces deporte, etc. De este modo, podrás planificar comidas o cenas acordes a tu actividad de cada día y al tiempo del que dispones (recuerda que siempre es una alternativa tener a mano en tu despensa una variedad de Platos Listos Carretilla).
Si ya has dibujado tu semana, ahora ya puedes planificarte las comidas y cenas.
- Planifica un menú
Para planificar un menú de forma equilibrada hay que tener en cuenta la frecuencia de consumo recomendada de los diferentes grupos de alimentos.
Frutas: 2 o 3 raciones de frutas todos los días. Inclúyelas en el desayuno, entre horas o a modo de postre.
Verduras: 2 veces al día, procurando que, al menos una de ellas sea en crudo, tipo ensalada. La otra puedes ir variando entre verduras hervidas, al vapor, salteadas, al horno, a la plancha, guisadas, en conserva, etc.
Lácteos: añade un par de lácteos al día, leche, yogures o quesos frescos. Ideales para el desayuno, como tentempié o postre.
Carnes: 3 raciones a la semana dando prioridad a las carnes magras.
Pescado: 3 o 4 veces a la semana. Alternando el pescado blanco y azul.
Huevos: de 3 a 5 huevos a la semana. Son una buena opción de proteína e igual de nutritivos que la carne y el pescado.
Legumbres: al menos de 2 a 4 raciones a la semana. Nos sirven tanto como fuente de carbohidratos como de proteínas, así que los podemos consumir en sustitución de la carne o el pescado.
Cereales y tubérculos: Pan, pasta, arroz o patata, son fuente de carbohidratos y deben estar presentes en comida y cena. Puedes ir variando entre ellos procurando priorizar los integrales.
Ahora dibuja una parrilla de lunes a domingo y ve añadiendo los diferentes grupos de alimentos cumpliendo con esta frecuencia de consumo. Cuando tengas los grupos repartidos, tan solo tendrás que pensar en la receta, el esquema te puede servir para todas las semanas. Puedes tomar como ejemplo este que hemos preparado, pero siempre teniendo en cuenta tus preferencias.
- Haz una compra saludable
Una vez tenemos el menú dibujado, toca ir a comprar los ingredientes. Procura dar prioridad a alimentos de temporada y proximidad. La carne y el pescado puedes comprarlos una vez por semana y congelarlos.
Te recomendamos que compres también diversos tipos de conservas, ya sea de pescado o, vegetales así como platos ya preparados, que seguro que serán tus aliados perfectos en más de una ocasión.
- No olvides la importancia del desayuno
A la hora de planificar un menú semanal es muy común dejar de lado el desayuno y centrarnos más en la comida y la cena, pero esto es un error. Planificar correctamente el desayuno tiene beneficios muy positivos, ayudándote a afrontar cada nueva jornada con toda la energía necesaria. Para tomar un desayuno completo, es muy importante tener en cuenta algunos de estos grupos nutricionales ya comentados: fruta, lácteos y dentro de los cereales y tubérculos, debemos contar con cereales y pan preferiblemente en su versión integral. Y, para acompañar, el café y el té, a poder ser sin azúcar, son las opciones perfectas.
- Empieza por recetas sencillas
Es muy común, también, cuando empezamos con un nuevo hábito, ponernos el listón muy alto. Pretendemos de la noche a la mañana ser mejores chefs y hacer recetas muy complicadas. Si bien mejorar nuestras técnicas culinarias es un buen objetivo, es preferible empezar poco a poco y ponernos objetivos asumibles y que podamos mantener semana a semana. Y, cuando nos apetezcan comidas más elaboradas, podemos disfrutar de las recetas caseras de Platos Listos Carretilla y seguir cocinando las recetas básicas que dominamos.
- Sé flexible
La organización es clave, pero también es importante ser flexible para no agobiarnos. Esto significa que debemos estar preparados para imprevistos y tener presente que puede que algún día no podamos cumplir con el menú predeterminado. Para ello podemos tener alternativas listas en nuestra despensa y tener en cuenta qué grupo nutricional nos hemos saltado para incorporarlo otro día y seguir con nuestro equilibrio.
Esperamos que con estos consejos te sea más fácil la organización en este inicio de curso y te animamos a llevar una dieta variada y equilibrada.