Falsos mitos en alimentación

Sabemos que los mitos son hechos o relatos en los que se entremezclan las tradiciones, creencias y saberes con la fantasía. Mediante los mitos, damos respuesta a hechos o fenómenos para los que no se encuentra explicación.
La alimentación, como aspecto cultural, no ha podido quedarse al margen y en torno a ella han surgido innumerables creencias y hábitos que han condicionado significativamente nuestro comportamiento con los alimentos.
En la actualidad, y gracias a la base científica de la que disponemos, es posible desmontar algunas de esas creencias, a veces muy arraigadas, recurriendo a las opiniones y consejos de los profesionales de la nutrición y de la salud.
Hoy os queremos presentar algunos de los Falsos mitos más comunes:

El pan engorda.
El pan no es un alimento de elevado valor calórico y, además, es pobre en grasa. Es rico en hidratos de carbono, nutriente que constituye la base de la dieta mediterránea. Lo que hace aumentar las calorías de este alimento es, en muchas ocasiones con lo que lo acompañamos (salsa, mantequilla, embutido, etc.).

Los productos “light” no engordan
Llamamos productos “light” a aquellos alimentos cuyo aporte energético es, al menos, un 30% más bajo que su alimento de referencia. Esta reducción energética se consigue disminuyendo la cantidad o sustituyendo los azúcares o grasas por otros componentes menos calóricos. Por este motivo, el hecho de que aparezca en los envases la palabra “light”, “sin azúcar añadido”, “bajo en grasas”, no indica que sean adelgazantes.
Es importante que tengamos esto muy presente, ahora que la tendencia a que cada vez aparezcan más productos “light” parece no tener freno.

Hay alimentos “buenos” y alimentos “malos”
No hay ningún alimento perfecto y completo, ni tampoco hay un alimento perjudicial. El conjunto y la variedad son los que determinan que exista una dieta sana y equilibrada.
Lo adecuado es establecer las proporciones idóneas y concretas para cada uno en el consumo de alimentos para que tengamos garantizada una buena salud nutricional.

Los productos integrales engordan menos
No debemos engañarnos, 100 gr. de pan blanco elaborado con harina refinada aporta 250 kc; mientras que 100 gr. de pan integral aportan 230 kc. Como podemos ver la diferencia es mínima. La verdadera diferencia radica en que el pan integral es más rico en fibra, vitaminas y minerales.
(La fibra tiene un poder saciante y puede ayudar en el control del peso porque evita comer más cantidad de otros alimentos).

Los productos envasados no tienen las mismas vitaminas que los frescos.
Las modernas tecnologías de transformación y envasado de alimentos permiten que, en los productos envasados, se conserven las vitaminas de similar manera a los alimentos cocinados en casa.(*Consultar proceso de elaboración platos listos Carretilla)

Beber agua durante la comida engorda
El agua es un alimento que no aporta calorías, por lo tanto no engorda, ya se tome antes, durante o después de comer. ¡Y es necesaria para vivir1

La fruta después de las comidas engorda.
La fruta tiene las mismas calorías, no engorda porque se tome en un determinado orden, sino porque la cantidad de calorías ingeridas supere las necesidades del individuo.
Lo que sí ocurre, es que la fruta tiene un elevado contenido en fibra, y si se toma antes de las comidas provoca una sensación de saciedad, con lo que se comería menos.

El café eleva la tensión arterial.
Esta bebida contiene cafeína, y por tanto es estimulante, pero es relativamente pequeño el efecto sobre la elevación de la tensión arterial frente a otro tipo de nutrientes, como la sal, que utilizada en exceso en la dieta puede ser un factor determinante en las cifras de tensión arterial.

¿Conocías ya estos Falsos Mitos? ¿Quieres compartir algún otro mito con nosotros?

¡Esperamos vuestros comentarios!

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