La primera dificultad del espárrago fresco es la compra: saber comprar un buen espárrago. La segunda dificultad es su preparación: saber pelarlo y encontrar el punto correcto de cocción. Desde luego, si estas tres fases están bien realizadas, el sabor del espárrago fresco es excepcional.
En el GRUPO IAN, la elección de la materia prima y el proceso de elaboración se llevan a cabo por técnicos especialistas en espárrago y, por lo tanto, están perfectamente logrados. Las medidas de control del proceso garantizan una seguridad total.
La primera ventaja de la conserva es su larga conservación, lo que permite consumir espárragos a lo largo del año, fuera de las épocas de campaña.
La segunda ventaja de la conserva es la seguridad de su preparación desde el punto de vista de la salud del consumidor. Gracias a las correctas prácticas de fabricación, y a que el GRUPO IAN tiene implantado un Sistema ARCPC (Análisis de Riesgos y Control de Puntos Críticos), se consigue fabricar un producto con las máximas garantías sanitarias para el consumidor.
La tercera ventaja de la conserva es su comodidad: es práctica para almacenar y lista para el consumo.
¿El espárrago en conserva está listo para consumir?
En el proceso de elaboración del espárrago en conserva, se pela y se escalda el espárrago fresco. Por lo tanto está listo para el consumo. No necesita preparación: se recomienda consumirlo con aceite de oliva y vinagre, o con un poco de mayonesa.
En el caso del espárrago verde, se consume tradicionalmente caliente: en revueltos o a la plancha como guarnición.
¿Se puede beber el Líquido de Gobierno?
Sí, si se desea. Es saludable y conserva todas las propiedades nutricionales del espárrago.
¿Según el Protocolo, cómo se deben comer los espárragos?
Según el Protocolo, manda el anfitrión. Es decir que si está invitado a una cena en un restaurante o en una casa particular, deberá comportarse de acorde con los demás invitados. Lo usual es servir los espárragos con cuchillo y tenedor, pero es natural comer los espárragos con la mano si no hay cubiertos en la mesa.
Antiguamente, existían unas pinzas especiales para espárragos que están actualmente en desuso. Fue la manera más ceremonial de consumir el espárrago: se cogía con las pinzas y se dejaba en el plato el tallo, la parte menos tierna. Desde luego, un buen espárrago se puede comer entero sin encontrar hebras.